Hablemos

Azarosa la historia transcurrida
que ha vencido desganos con antojos,
que ha sembrado resabios y desidias
y en un rincón del alma los enojos

Tarde como siempre resignamos
los odios al amor que nos resguarda,
del olvido que nosotros propiciamos
de la muerte que siempre nos aguarda

Se quedaron conjugados en pasado
los verbos que ofrecían resistencia,
los anhelos más queridos y cercanos,
los días más felices, su inocencia.

Se sostienen prendidos de la nada
un beso, dos suspiros, tres caricias,
un guiño de ojos, dos fotos con sonrisa
y mi amor reflejado en tus pupilas.

Nos llegan de repente los instantes
y se quedan esculpiendo arrugas nuevas,
arrancando las hojas de almanaques
y mirando de reojo a los que llegan.

Hablemos de cuestiones más sencillas
que poner en orden los recuerdos,
o mirar la vida en un espejo
tal cual un mapa de estigmas y consuelos

Hablemos de asuntos más posibles
que llenar los vacíos que nos quedan,
después de criar a nuestros hijos
y ordenar en la conciencia las ideas.

Hablemos de la vida y de la muerte,
del instante que suspira enamorado,
del tiempo que perdimos sin mas suerte
que la dicha de los sueños conquistados.