Olvide recordar

La lluvia que ha caído

sobre el gris de esta ciudad,

ha mojado nuestra pena

sin poderla recordar

Si callamos nuevamente

si ya no podemos más,

Es porque no hay olvido

que se merezca olvidar

No se bien cómo te llamas

aunque te suelo soñar

que tomados de la mano

vamos sin querer hablar

Son estos lugares nuevos

a los que vos siempre vas,

una parte de mi historia

que no puedo recordar

Hoy te pienso de otra forma

que no puedes entender

La realidad  en la que vivo

ni siquiera se cual es

Me duele por tu sonrisa

porque de ella me olvide

Hoy te quiero sin medida

Hoy te quiero sin saber

Quien sos vos, quien soy yo
que me apura el corazón
quienes fuimos vos y yo
 de esta luna y aquel sol

Hoy que te quiero como eras
porque no puedo entender

y a pesar de mis olvidos 

para siempre te querré

Volveremos a encontrarnos

Volveremos a vernos de seguro,

el camino tiene huellas indelebles

de lugares y regazos esperando,

 de adioses transformados en abrazos

Parece mentira que el olvido

se acuerde de nosotros tantas veces

y la historia con sus tuertos remolinos,

nos harte de recuerdos indecentes

Seguro  que no amainan las derrotas

en este laberinto sin gollete

porque suele no ser cierto lo que a veces

nos callamos para siempre por idiotas

Un día de estos, si me fuera y por las dudas,

te dejo el mejor de mis hallazgos,

me llevo el silencio que te agobia,

tu tristeza en la sombra del ocaso.

A la mueca que sorprende a tu sonrisa,

al rincón donde te has acurrucado,

a los sueños que resultan pesadillas

y al silencio que reinicia los fracasos.

Volveremos a vernos de seguro,

cada quien en cada uno, como estamos,

en el viento porque llega a todas partes,

en los recuerdos que hace bien que compartamos

Volveremos a vernos de seguro,

con el el resto de memoria que nos quede,

en silencio si es que así tu lo prefieres

o en los cuadros que habitan las paredes.

Volveremos a vernos de seguro,

cada quien en cada uno como siempre

en el viento que llega a todas partes

o en las noches cuando apenas amanece

Los pies en la tierra

No le tengas miedo a pedir perdón

A tener la culpa a admitir tu error

No le tengas miedo a decir que no

A empezar de nuevo a tener razón

No le tengas miedo al día después

A los desacuerdos sin saber porque

Quien te quiera mucho si te quiere bien

No sera tu freno sera tu sostén

No le tengas miedo a la oscuridad

A los sueños rotos a la soledad

No eres lo que fuiste ni lo que serás

No le tengas miedo a lo que dirán

Cuando te sonrías sin pensar en vos

O llores a mares sin explicación

 No le tengas miedo a cambiar de suerte

A cambiar de historia a esperar la muerte

A las despedidas sin saber porque

A los sueños rotos,  a la oscuridad

A cambiar de suerte, a lo que dirán

No le tengas miedo a la soledad

Perderme el final

No quería quedarme con la duda,

no quería perderme el final

No sabría que hacer con el viento

que sopla en mi cara y empieza a volar

No me gusta que llegue la noche

y traiga consigo tanta soledad

No hay motivos para despedirme

si nunca me he ido de ningún lugar

No quería volver al camino

llegar hasta el borde, volver a empezar

No quería estar bajo sospecha

la mínima duda, perderme el final 

Ni el silencio por toda respuesta,

la agonía de aun respirar

Ni esta vida que paso de largo

robando los sueños aun por soñar

No quería quedarme vacío

tan harto de todo, debiendo esperar

a que un día mi suerte cambiase

tan lleno de dudas perderme el final

No hay motivos para despedirme

si nunca me he ido de ningún lugar

No quería volver al camino

llegar hasta el borde, volver a empezar

Que haremos?

Qué haremos con tanta duda,

con tanta noche y silencio?

¿Qué haremos con tanto olvido,

que nos reemplaza el recuerdo?

¿Qué haremos con la sonrisa,

si prevalece el encierro?

¿Qué haremos con nuestros ojos,

si nos limitan el cielo?

¿Qué haremos con la ternura?

¿Qué haremos con la inocencia?

¿Qué haremos con las preguntas,

si no encontramos respuestas?

¿Qué haremos con tanta duda,

con tanta noche y silencio?

¿Qué haremos con la sonrisa,

si prevalece este encierro?

¿Qué haremos con la ternura?

¿Qué haremos con la inocencia?

¿Qué haremos con tanta farsa,

si explota nuestra paciencia?

La sombra de mis dudas

Ahora que la noche abre sus fauces

sobre la espalda fría de la luna,

tengo en mis asombros la certeza,

la sombra más cercana de mis dudas.

No hubo que aventar a la tormenta

los designios de un olvido enajenado,

la verdad  del recuerdo que lastima,

lo absurdo del silencio acorralado.

Dónde están los que soñaban sin saber

la suerte que al final suicidaría,

la sonrisa esperpento de los pobres

solidaria de herrumbres y desidia.

Ahora que la vida me arrincona,

poco me importa lo que digan

agoreros de la suerte en cuesta abajo

dignatarios de verdades y mentiras.

Idiotas  ilustrados sin remedio

jornaleros del oprobio y la avaricia,

santurrones echados de la iglesia,

amargados sin derecho a la sonrisa.

El tiempo ira borrando cicatrices,

delatando mis sueños a destajo,

mirando de reojo a los enconos

que mutilan los recuerdos más sensatos.

Seguro que la noche abrió sus fauces

y devoró el reflejo de la luna,

mis asombros, la certeza,  el silencio

y la tristeza culpable de mis dudas