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jueves, 14 de noviembre de 2013

Un dia de paz para la muerte

Un dia de paz para la muerte
para que èsta no se olvide de nosotros
para perdonar hasta lo imperdonable
para que perdonen mi culpa y la de otros

En este acto solemne y desquiciado
la razón de mi enemigo se enaltece
desvalido y con rotos argumentos
le devuelvo una sonrisa varias veces

es idiota esperar que nos rescaten
de la historia que nosotros escribimos
Resueltos a salvarnos respirando
el humo y los lamentos mortecinos




Me olvidaba

Me olvidaba que tú me olvidarías
apenas esta historia comenzara,
algunos recuerdos se iluminan
y otros se vuelven sólo taras

Creí que sólo yo era el que creía,
que el amor ni siquiera me miraba
el día se acabo de prisa con su noche
cuando apenas recién él comenzaba

Una huella en la orilla sólo fuimos,
un silencio ahogando  los sonidos,
una sombra extraviada por su dueño,
una culpa infame y sus designios

 De qué amor me hablas desde entonces,
de qué sueños rotos y mentiras,
la sombra se engulló hasta el entusiasmo
que a gatas mantuvimos de  la vida