Quiero callarme y no puedo,
tanta tristeza me duele,
la razón se me atraganta,
y el corazón ya no puede.
Miro en mi adentro vacío
fantasmas de lo que fui,
tanto sueño deshojado,
me muero sin elegir.
Soy culpa bien entendida
y verdad de mata-ojo,
soy cárcel de mi esperanza,
soy la llave y su cerrojo.
Lo que no perdí en el viaje
lo escondí puertas adentro,
ya he dejado de buscarlo
por eso es que no lo encuentro.
Nunca me supe alma en pena
ni el servil mas lisonjero,
porque me sobra vergüenza
no remiendo mis agujeros.
No tengo quien me recuerde,
soy olvido sin paradero,
cometa que rompió el hilo
y el viento la llevo al suelo.
Quizás porque no me aflige
el final de las historias,
perdí mi tiempo sin suerte
dando vueltas en la noria.
La noche me esta esperando
sin mas remedio que el día
y la soledad me arrincona,
con mi propia compañía.
Y vivo porque me muero
sin saberme distraído,
quiero callarme y no puedo,
viendo mi adentro vacío.
Aunque la soledad
ResponderEliminarsea vacío
habrá de nuevo
otro día.
Un excelente poema.
Un gran abrazo
Cuando el alma parece una extensión yerma,
ResponderEliminartendemos a llenarla con tristeza y sentires desolados.
Un hermoso poema, que se encuentra con la belleza de los versos.
Cuentapasos, un abrazo.
La noche me esta esperando
ResponderEliminarsin mas remedio que el día
Magnífico! Un abrazo.