De muerte natural

Que susto mirar el espejo y no verse como siempre
Saber que no estás ahí desafiándote, una vez más,
murmurándote rezongos con tus voces intimas,
resistiéndote con el rabillo del ojo a tu gesto.

Que miedo impone el no reconocerte a ti mismo
tras las ojeras, las canas y las arrugas nuevas
No acordarte siquiera de tu puto nombre
ni el de tus amigos y peor aún el de tus enemigos

Que agobio resulta la soledad mas despoblada
y esta suerte fraudulenta gastando su ultima moneda
en silencio, perturbada, agazapada y esperando
a que tropecemos, y caigamos en su fullería.

Sin embargo la vida me compone melodías en este día,
sin más apuros, que llegar a tiempo al atardecer.
para ir acostumbrando los ojos a la oscuridad sin lentes
que traerá la noche con todas sus sombras sin sombrero.

Muerto de miedo, de asombro, de soledad y agobios
Muerto y desquiciado de mentiras ajenas y propias
De nombres y agendas, de atardeceres y noches,
De muerte natural y puteadas que se me murieron dentro.

Muerto de risa por la imprudencia, de plantarle cara,
al satánico sistema, a los de derecha y a los de izquierda.
a los que creyeron tener razón y a los que nuca la tuvieron,
a los que se murieron pensando que yo estaba muerto,
a los que me ignoraron imaginando que me importaba,
a los que me sobrevivirán esclavos de sus necesidades,
y por último a los buenos que por su mediocridad
en la pretensión de ser malos, fueron solo idiotas .