Dos caras como un queso de La Mancha
el anverso y reverso de la historia,
un olvido y un recuerdo merodeando
los huecos mas oscuros de memoria.
Con los ojos mas vacios que sus cuencas
y las manos mas curtidas que la tierra,
el sueño mas contrito y desquiciado
que burro dando vueltas en su noria.
He sido al mismo tiempo rey y pordiosero
sumido en mis angustias mas profundas,
emergiendo cada vez con mas agujeros
harto una vez mas de todas mis renuncias.
Hoy tengo lo añorado y no me basta
interpuse las ausencias y los miedos
para que la felicidad no me resulte,
una comoda baranda de asidero.
Estoy apenas empatando la partida
asestandole otro golpe al descontento,
reclamandole a la suerte que sea justa
y no pierda por un gol en los descuentos.
Vivi lo suficiente sin saberlo
muriendo a cada instante sin remedio,
peleandole al destino sus limosnas
anclando mi paciencia a los entuertos.
He visto que el amor no me ha salvado
aunque creo me mantiene mas que vivo,
son tus grandes ojos asombrados
como faro iluminando mi camino.
No se si merecí la despedida
detrás de una quimera que no llega,
esperando encontrarte en cada esquina
para darte un abrazo a manos llenas.
Hasta la suerte puede ser injusta....
ResponderEliminarBuen texto...buenas letras...
Cuántas dualidades encontramos al final del camino...
ResponderEliminarRecorremos cercanías hacia un destino,
pero nos alejamos de los comienzos.
¡Un placer caminar tus poemas, Cuentapasos!
Recibe un abrazo. ¡Felices días!
Feliz, feliz, feliz NAvidad
ResponderEliminarBesitos