Mentí para guardar silencio,
mentí porque la verdad me asustó,
Mentí por mis compañeros,
mentí por mí, para que me doliera menos.
Lloré por fuera y por dentro,
hasta que se me secaron los ojos.
Vi mi corazón latir cansado,
mi sangre agotarse sin sentido
Soñé con campos arados,
con ventanas abiertas,
con tus labios dispuestos al beso,
con mi cara de antes en el espejo.
Confesé a la mancha de la pared
mis únicas culpas, las que no tuve.
Observe de lejos cuan lento caminaban,
cuanto dolor cargaban a su espalda
nuestros viejos y su angustia.
Comprendí para siempre que el amor
es lo que nos salva y nos alienta,
nos deja soportar este invierno,
seducirnos en primavera,
reírnos en verano y morir un poco
en cada en otoño.
Lloré por ti y por mi,
mentí por ellos y nosotros,
callé por aquellos y los otros,
supe para siempre que el amor existe,
porque puede tocarse y porque duele.